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"PAZ EN MEDIO DE TIEMPOS POLITICOS TURBULENTOS"


Desde ayer, todos los ojos han estado puestos en el estado de Georgia. Estas elecciones determinarán el partido que controlará el Senado de los Estados Unidos de América. Sin lugar a dudas, en los últimos años hemos estado viviendo en tiempos turbulentos a nivel político. En tiempos así, podríamos vernos tentados a desanimarnos, desilusionarnos o entrar en un estado de desesperanza. Sin embargo, hay tres realidades que encontramos en Filipenses 2:9-11 que deberían traer ánimo a nuestro corazón.


La Autoridad de Jesús es Suprema


En primer lugar, el apóstol Pablo nos dice acerca de Jesús: “Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Fil. 2:9). En su primera venida, Jesús se humilló a sí mismo al tomar forma de hombre y morir en la cruz. Jesús no murió como mártir, sino que se ofreció a sí mismo como el sacrificio substitutivo de todos aquellos que se arrepentirían de sus pecados y rendirían sus vidas a Él como su Señor y suficiente Salvador. Es así como los seres humanos reciben la salvación. Pero después de padecer, sueltos los dolores de la muerte, Jesús resucitó de entre los muertos. De acuerdo al testimonio del Nuevo Testamento, cuarenta días más tarde ascendió de vuelta al Padre. Ahora, Jesús ha sido exaltado a la posición de autoridad más alta en el universo. Toda potestad le ha sido dada a Él tanto en el cielo como en la tierra. ¿Cómo debería esto traer ánimo a tu corazón? Porque independientemente de quien se siente en la oficina oval, en el congreso o en la corte suprema, todos y cada uno de ellos están bajo la autoridad del Hijo de Dios. El que ellos estén conscientes de esto o no en ninguna manera altera esa realidad gloriosa y profunda.


La Creación está Sujeta al Señorío de Jesucristo


En segundo lugar, Filipenses 2:10 explica: “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra.” Es decir, no hay ningún rincón en la creación en donde Jesús no reine como Señor soberano. Jesús es Señor sobre las huestes espirituales. Cristo es la verdadera cabeza de todo cuerpo humano de regentes. Por supuesto, esto incluye a los cien miembros del Senado estadounidense. El reina sobre las democracias, las dictaduras y las monarquías. El Hijo de Dios ejerce dominio sobre las coaliciones internacionales. ¡Jesús es simplemente el Señor! La única posición apropiada para el ser humano ante Su Señor es una en la cual toda rodilla se encuentra doblada. Toda la creación obedece a su voz. El Señor encamina aun hasta los corazones más rebeldes hacia el cumplimiento de su decreto eterno. ¡Esto si que trae esperanza a nuestros corazones!


Algún día todos los confesarán como Señor


En tercer lugar, el apóstol Pablo añade: “y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor; para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:11). Aquellos que ignoran o rechazan la posición que Dios Padre le ha otorgado a Su Hijo comparecerán ante El algún día. Cuando ese día llegue, tal como este versículo afirma, sus lenguas confesarán que Jesucristo es el Señor. Pero será demasiado tarde. El día de confesarlo es hoy. El momento rendir tu vida a Él es ahora. Cuando Jesús vuelva por segunda vez para consumar su reino de equidad, justicia y paz, los únicos que reinarán con El serán los que en esta vida hayan entregado sus vidas a Él. Si ese es tu caso, entonces independientemente de los tiempos tumultuosos que vivimos al presente, te aguarda un futuro seguro en a Su lado. ¡Gloria a Dios!


Es nuestra oración que este recurso estimule tus afectos por la Palabra de Dios, sea de edificación para tu alma, te ancle en el conocimiento de la verdad y redunde en tu crecimiento espiritual.


¡Que Dios te bendiga!

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