Hace 501 años atrás Martin Lutero clavó sus 95 tesis en las puertas de la iglesia de Wittemberg, Alemania, en la víspera del “Día de todos los Santos.” Desde entonces, el cristianismo reconoce el 31 de Octubre como el “Día de la Reforma.” Sin embargo, existe otra festividad que el mundo celebra en el mismo día, es decir, Halloween. Pero, ¿qué es en realidad Halloween? Veamos.
HALLOWEEN
Los historiadores han trazado los orígenes de la festividad que hoy se conoce como Halloween a las celebraciones celtas que se llevaban a cabo al comienzo de la temporada de la cosecha. Han pasado muchos años desde entonces y Halloween se ha convertido en un día festivo completamente diferente. Aunque para algunos esta festividad se trate de trajes “inocentes,” caramelos y calabazas, lo cierto es que las actividades en las que muchos que celebran Halloween se involucran incluyen fiestas de disfraces caracterizadas por la desinhibición, juegos de adivinación, atracciones de espantos, historias de terror y películas de miedo. A la luz de todo lo acontece en este día, ¿deberían los cristianos unirse en la celebración del mismo?
HIJOS DE LUZEn su carta a los efesios Pablo exhorta a la iglesia con las siguientes palabras:
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz 9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor. 11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. 14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. 15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor (Efesios 5:8-17, Énfasis Añadido).
La desinhibición es una obra de la carne contraria al dominio propio que es una expresión del fruto del Espíritu (Gá. 5:23). La Biblia habla de manera enérgica y consecuente contra toda clase de hechicerías, adivinaciones, borracheras, orgias, lascivia e inmundicia (Dt. 18:9-14; Gá. 5:19-21). Aunque todos los días personas alrededor del mundo cometen esta clase de pecados, en Halloween estos pecados se celebran y maximizan a una potencia lamentable. En este día el reino de las tinieblas se vuelve un objeto de diversión y entretenimiento para un mundo que las ama por estar cegado por ellas (Jn. 3:19-20; 2 Co. 4:4; Éf. 4:18).
Entonces, como hijos de luz, ¿deberíamos participar en las obras infructuosas de las tinieblas o reprenderlas? A la luz de lo que Halloween representa, ¿será la voluntad del Señor que celebremos este día? ¿Será esto agradable a Sus ojos? Hacer la pregunta es responderla. Sin embargo, otra pregunta honesta que deberíamos hacernos es, ¿cómo podemos alumbrar la luz de Cristo en este día plagado de tinieblas? ¿Le ponemos un cajón ocultándonos tras puertas cerradas? ¿Rechazamos al mundo que hemos sido llamados a alcanzar? ¿Guardamos nuestras semillas en su bolsa en lugar de esparcirlas? ¿Cómo aprovechamos el tiempo sabiamente en un día tan malo?
LUMINARES EN EL MUNDO
Jimmy Needham de la iglesia Stonegate en Midlothian, Texas, observa que “una noche al año el campo misionero viene a tocar nuestra puerta principal.” Aunque no celebramos Halloween, ¿qué hacemos con los padres y niños que tocan nuestra puerta y necesitan escuchar el único mensaje que puede alumbrar sus corazones entenebrecidos y darles vida eterna? Una opción sería cerrar las cortinas, apagar las luces y no abrir la puerta. Pero, habiendo sido llamados a ser la sal de la tierra y la luz del mundo (Mt. 5:13-15), ¿cómo puede la sal conservar, sazonar y purificar aquello con lo cual no tiene contacto? ¿Cómo puede la luz alumbrar si evade las tinieblas? Como discípulos de Cristo cuya misión es continuar la labor de “buscar y salvar lo que se había perdido” (Lc. 19:10) y llamar a “pecadores al arrepentimiento” (Mt. 9:13), ¿cómo podemos ser efectivos en la misión si ignoramos al perdido y rechazamos al pecador?
Somos pescadores de hombres (Mt. 4:19). ¿Qué haría un pescador si los peces vinieran a él? ¡Estoy seguro que echaría la red más grande y más gruesa que tuviera a mano! Por tanto, aunque como hijos de luz en medio de una generación maligna y perversa no participemos en las obras infructuosas de las tinieblas, hemos sido llamados a resplandecer como luminares en el mundo (Fil. 2:15). ¡Que en esta noche nuestra luz brille cual sol! ¡Que en este día nuestra sal sale más que nunca! ¡Que durante esta festividad en la que la mies viene a nuestra puerta cosechemos abundantemente para el reino! Que en un día que el enemigo ha pensado para mal el Señor lo encamine para bien (Gn. 50:20). Hoy también es día de salvación (2 Co. 6:2). Practica la hospitalidad (Heb. 13:2), anuncia el evangelio de la paz (Ro. 10:15), cumple tu ministerio (2 Ti. 4:5). ¡Brilla, iglesia del Señor, brilla!
Es mi oración que este recurso estimule tus afectos por la Palabra de Dios, sea de edificación para tu alma, te ancle en el conocimiento de la verdad y redunde en tu crecimiento espiritual. Hasta el próximo miércoles.
En Cristo,
Winston Williams
Iglesia Biblica Vida Real.
Pembroke Pines, Florida